Lecciones que me deja la maternidad….
Bien dicen que en esta vida nunca dejes de aprender… y con la maternidad no deja de ser la excepción.
Mucho de lo que vivimos al ser mamás, nadie nos lo contó. Quizás nadie se atreve a decirte que dolerá en todos los sentidos … yo con el tiempo aprendí que cada quien es un mundo diferente y aprendemos también de maneras diversas, enfrentamos y afrontamos lo que nos toca vivir en ondas y frecuencias tan inexactas, indescriptibles a veces que merecemos vivirlas a nuestra manera.
El tiempo pasa… y ese pequeñito ser va creciendo. Las emociones aumentan, los nervios y los miedos también. Desde la panza y hasta que ya es una realidad en tus brazos vamos sintiendo cosas que yo llamé lecciones y quiero compartir hoy con ustedes.
- Aprendes a vivir con miedo:
Cuando sientes esos pequeños cosquilleos dentro de ti en el embarazo o esos saltos inesperados que aparecen como hipos y te roban suspiros o hasta la respiración literal… ¡Sientes miedo!
Luego, nace ese pequeñito ser tan indefenso y lleno de ganas de descubrir el mundo, que te necesita 24/7. Te acercas a el/ella cada 5 segundos para verificar si está respirando, la/lo acomodas cientos de veces para verificar si de verdad está cómodo o en la posición que el pediatra recomendó. Y cuando de chanchitos se trata…. ¡¡Ufff! Pobres todos.
Pasa el tiempo y aprenderán a caminar, a conocer el mundo con sus sentidos, explorándolo todo. Y saben que… el miedo no se va. Aprendes a manejarlo y a entender que ese pequeño que está contigo, aprende de ti, que eres y serás su referente durante toda su vida. Aprendes que el miedo es parte de la vida también y debes enseñárselo. Y allí, ese miedo es aún más grande. Formar un ser humano no tiene libros de instrucción… - La culpa se convierte en esa compañera de trabajo con la que tienes que lidiar todos los días, metiche y que aparece en los momentos más críticos de tu día. Por ella, dejarías todo y te irías… escaparías. Pero, la culpa al menos como la vivo yo al ser “madre soltera” es algo con lo que podría decirse que debo aprender aún a lidiar.Creo que coincido con muchas en que salir de casa a trabajar cuando termina ese periodo de post natal es más difícil de lo que crees. Una vez que las malas noches pasan .. y te tienes que levantar a trabajar, los días vuelven a exigir a la profesional que está en ti también. Tu cuerpo, tu alma, tus pensamientos quieren estar al lado de ese pequeñito indefenso que sin hablar, sabes que te necesita. La culpa vuelve a aparecer, vivir en esa dualidad es parte de ser mamá, finalmente cuando estás como “mamá soltera” es importante enseñarle a ese pequeñito el valor del trabajo y luchar por lo que quieres y debes. Sí, aprendes a vivir con ella, simplemente va y viene en tus pensamientos y sabes cómo se va borrando, cuando regresas a casa y ves a ese pequeñito esperándote con una sonrisa o a veces llantos de te extraño mamá.
- Algunas preguntas no tienen respuesta:
Todo el tiempo tu cabeza está pensando mil cosas. Al inicio, los ves y te preguntas ¿Estará respirando? ¿Por qué llora si ya comió, si ya tiene el pañal limpio? Luego, crecen y vas descubriendo como ellos buscan descubrir el mundo… lo más rico de esto es acompañarlos a hacerlo. A mi particularmente me cuesta muchísimo detener a esas preguntas constantes de que si lo estaré haciendo bien o no… si ¿debo hacerlo mejor?¿Lo estaré haciendo realmente bien? ¿Por qué quiero llorar, si soy feliz? Y saben qué aún esas preguntas no tienen respuestas muy claras y aprendí con el tiempo que tampoco la tendrán… que quizás hacer lo que te nace del corazón, lo que tu instinto te dice será lo mejor para ese pequeño que acompaña tus días.
Soy fiel creyente de que la lista nunca acaba. Ser mamá es un reto y un constante aprendizaje. Y como todo proceso, tendremos más … Esta vez son sólo 3…