Así empezó….
Cuando la vida de pronto te da sorpresas, estas sí que llegan todas juntas…
En un año donde todo habían sido propósitos de mejora: eliminar gente tóxica, reencontrarme con personas que descuidé por estar entrampada en una relación realmente así… “tóxica”.
Un 2014 empezaba super bien, un verano inolvidable, sunset hermosos, acompañados de champagne o vinito blanco, infaltable la juerga de verano en Asia o Sur chico; solo recordar esas amanecidas hasta las 8am… sonrío no sé si de vergüenza o de ¡Asu cómo se pudo hacer eso tantas veces! Luego… se acabó el último verano, de esos que decides guardar en un recuerdo loco de tus 20s…
Mi vida siguió avanzando y el propósito de mejorar aumentaba, hasta que las decisiones se fueron tomando… lamentablemente, algunas equivocadas, pero aquí se aplica el claro: “por algo pasan las cosas” que acompañara más de uno de mis escritos. La relación complicada volvió y fruto de ello cambio mi vida 180° o hasta 360° diría yo …
Casi finales del 2014 una “gastritis” que me mandó hasta la clínica por deshidratación me mantuvo internada 3 días en observación, los médicos no daban exactamente con mi diagnóstico .. Y es que a ninguno se le ocurrió tomar una prueba Beta- .. Sí de esas que te dicen si estas embarazada o no. Fechas van y fechas vienen, esa gastritis tenía piecitos y hasta bracitos y un corazón que latía fuerte diciéndome “Aquí estoy, vine para quedarme, cambiar tu vida y hacerla una vida completa, caótica, pero más que feliz”.
Efectivamente, esos vómitos diarios y ese sueño que no se supera jamás era mi hijo Rafael diciéndome que estaba aquí, creciendo dentro de mí y me necesitaba fuerte. (Cuántas veces me pusiste a prueba inclusive antes de que nacieras).. Pero de eso ya lo hablaremos en otro artículo…
Puedo decir que fue la noticia más fuerte que he recibido en mi vida y la decisión más importante también. La situación en la que me encontraba no era la que esperaba para cuando me enterara que sería mamá. Tenía 28 años, una carrera por delante y una relación extremadamente tóxica con la cual ya había terminado y juré haberme librado de una vez por todas.
Finalmente, decidí que todas esas etiquetas, prejuicios y miedos que invadían mis pensamientos no me vencerían y salí aquel 16 de octubre del consultorio ginecológico, sola, sin que nadie más que una de mis mejores amigas, hoy madrina de mi hijo supiera que estoy ahí y que acababa de escuchar el sonido más lindo que una madre gestante puede llegar a sentir. Digo sentir, porque esos galopantes sonidos del corazón de tu bebé, no solo los escuchas con los oídos, los sientes con el alma, te estremecen por dentro…. En ese momento supe que Rafael me hablaba diciéndome que se quedaría conmigo y que venía con una misión.
Una amenaza de aborto inminente por los leves sangrados que tenía hizo que vaya corriendo a descansar. Aquí comienza mi historia… ¿un largo camino… una ardua labor? Seguro que sí… Me fui convirtiendo en madre y esta es la aventura que quiero empezar a contar… Así fue que soy ¿Mamá soltera yo?