Y pasaron 5 años ….
Hace cinco años nos cambió la vida a todos… No solamente porque un día como hoy nació la razón más importante de mi vida. ¡Sí! Hoy Rafael, mi ángel crece y crece más y más….
No puedo evitar estar nostálgica con todos los cambios que en el ya vienen apareciendo. Cada vez me necesita menos y ¿saben?…¡Está bien! Es el ciclo de la vida… él sabe que siempre será él bebe de mamá y no hay más rico que los abrazos de mami o esos momentos que sólo él y yo disfrutamos.
Hace cinco años también e incluso un poco más pude sacar una venda que me tenía ciega… Gracias a esta gran decisión que es Rafael en mi vida pude entender que el amor más importante, es el que te tienes a ti mismo y que si eso no está funcionando la vida solita se encarga de hacértelo saber. Esta vez, fue más duro de lo que imaginé, pero valió la pena y es que esa relación tóxica de la cual les hablé en el primer capítulo de este blog tenía que terminar incluso antes de que Rafa creciera dentro de mí, pero por circunstancias de la vida eso no pasó y las consecuencias frente a ello fueron más que dolorosas. La decepción, reconocer el daño que me estaba haciendo a mí misma, y tener que tomar decisiones al respecto, fue triste. Solo sé que el tiempo y el gran poder de ese amor de madre, único y especial es el que me hizo entender muchas cosas, dentro de ellas, que ya no había otro camino sino el de ser FUERTE.
Cada año de vida de Rafael es más especial, no solo porque reafirmamos juntos el gran equipo que somos, sino porque tengo la bendición de verlo crecer sano, feliz, conociendo el mundo con mamá a su lado. Cada año planeo con mucha antelación y detalle sus fiestitas de cumple. Esta vez un virus nos detuvo y fue más complicado para mi entenderlo que para él. De verdad que los niños nos están dando una gran lección de vida, su fuerza y su búsqueda de diversión aún en las situaciones críticas es admirable y digna de imitar.
Este año en especial me alberga una gran nostalgia, no sólo por los momentos tan tensos que estamos viviendo, sino porque me parece increíble como el tiempo pasa tan rápido y con ello nuestros bebés crecen y se van convirtiendo en pequeñas personitas: mamá ya no es necesaria para todo como antes, quieren descubrir el mundo solos y a su manera… Confieso que duele, pero así como la vida misma… en el dolor, aprendes. Aprendí que parte de nuestra labor de madres es soltar también y dejarlos construir sus propias experiencias, así sufran en el camino, pues de eso se trata la vida.
Hoy este pequeño angelito cumple 5 años revolucionando mi vida, poniéndola de cabeza, pero también dándole el mejor de los sentidos. Y es que siempre afirmaré que mi mejor decisión, es Rafael. Finalmente, es la consecuencia más hermosa que tuve 😉